traducción al castellano de la transcripción de una entrevista de “Real News”, realizada por Paul Jay, a Noam Chomsky. La transcripción original es inédita. Puede ser modificada aún. La cadena de Noticias “Real News” no se hace responsable por los errores que puedan encontrarse. |
Paul Jay: Bienvenido a The Real News Estamos en el MIT, Cambridge, con el Profesor Noam Chomsky, quien creo no necesita introducción. Gracias por acompañarnos.
Chomsky: Encantado de estar con vosotros.
Jay: Algunos días atrás, la administración Obama y Geithner anunciaron su plan para la banca. ¿Qué opinas al respecto?
Chomsky: Sí.
Jay: Si tú eres el inversor.
Chomsky: Bueno, digamos por ejemplo, tomar adecuadamente las bonificaciones de AIG [“bonuses”, se refiere a pagas adicionales que reciben los ejecutivos en forma de incentivos a su desempeño, N. de la T.], que son los que están causando semejante desastre. Dean Baker manifestó que había una forma adecuada y simple de abordar el problema. Desde que el gobierno prácticamente es propietario de AIG (sólo que no usa su poder para tomar decisiones), dividiera la sección de AIG que causó todos los problemas –la sección de inversiones financieras-, y la deje ir a la bancarrota. Y después los ejecutivos podrán ir a cobrar sus bonificaciones a la empresa quebrada, si quieren. Esto aumentaría mucho el interés de los afectados en el problema de la quiebra, y el gobierno podría mantener su control efectivo a gran escala, si quisiera ejercerlo, sobre lo que es aún viable en AIG. Y con los bancos, los grandes bancos como el Bank of America, uno de los principales problemas es que nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que sucede en su interior. Existen prácticas y manipulaciones muy oscuras y ellos no van revelarlas tan fácilmente al gobierno. ¿Por qué deberían hacerlo? No es su problema. De hecho, cuando la Associated Press envió a periodistas a entrevistar a los administradores bancarios y a los gestores de inversiones, preguntándoles qué habían hecho con el dinero del TARP [Troubled Assets Relief Program: plan de rescate financiero realizado por la Administración Bush para reducirles riesgos a los tenedores de activos con problemas, N. de la T.], ellos se limitaron a reír. Dijeron “No es de su interés. Somos empresas privadas. La tarea del sector público es financiarnos, no saber lo que estamos haciendo”. Pero el gobierno podría averiguarlo –a saber, haciéndose cargo del control de los bancos-.
Chomsky: -que es donde los ordenadores han sido desarrollados, internet ha sido desarrollado, y los programas informáticos más modernos, aquí y en sitios similares- casi en su totalidad son sostenidos con fondos públicos. Y luego, por supuesto, el sistema funciona de una forma que podría sintetizarse, aunque algo exageradamente, diciendo que el sector público paga los costos y asume los riesgos, y el beneficio es privatizado.
Jay: Que es lo que estamos viendo ahora con el rescate financiero.
Chomsky: Bueno, hay mucho que decir al respecto porque se trata de las instituciones financieras y es muy evidente, pero esto sucede también en otros ámbitos. Como dije, ordenadores e internet, las bases para la revolución de las tecnologías de la información de finales de los 90.
Chomsky. Primero, y para comenzar, implicaría que el gobierno no sólo rescatase financieramente a los bancos vertiendo capital en ellos, sino que ejerciese el control. Y el control comienza con la inspección. Y averiguaríamos lo que están haciendo. Luego, podrían conservarse las partes viables, y si son viables, deberíamos ponerlas bajo control público. Probablemente el gobierno podría haber comprado AIG o Citigroup por bastante menos de lo que está pagando ahora por ellos. Me refiero a que en una sociedad democrática, el gobierno y la comunidad estarían en mutuo acuerdo, y entonces tendría que haber una compenetración directa de la comunidad en lo que esas instituciones deberían hacer y con la manera en que ellas deberían distribuir su dinero, entre otras cuestiones. Es decir, que podrían conducirse democráticamente por los trabajadores, por la comunidad.
Jay: Pero entonces, aunque se utilice o no la palabra ‘nacionalización’, ¿el banco se convierte entonces en una institución de propiedad pública?
Chomsky: Se convierten en instituciones de propiedad pública que sirven a la comunidad y donde las decisiones son tomadas por la comunidad. Es un largo camino. Hay que aproximarse paso a paso. Cuando se piensa en nacionalización, al menos en términos generales y por razones históricas, se alude a una especie de Gran Hermano haciéndose con el poder, y la población acatando órdenes. Pero esa no es necesariamente la forma en que se ha hecho. Hay muchas instituciones nacionalizadas que se han desempeñado eficientemente. Por ejemplo, en Chile, que se supone que fue el alumno fiel de la economía de libre mercado reaganiana/thatcheriana. En ese país, una buena parte de la economía está basada en una empresa productora de cobre, nacionalizada y muy eficiente. Codelco, tal es el nombre de la compañía, fue nacionalizada por Allende, pero su desempeño fue tan efectivo que durante los años de Pinochet no se desmanteló. En realidad, actualmente está siendo debilitada, pero sigue siendo la mayor productora de cobre del mundo y la principal fuente de renta del Estado. Y por todos lados pueden encontrarse casos de empresas nacionalizadas que se han desempeñado exitosamente. Pero la nacionalización es sólo un paso hacia la democratización. El asunto es quién las administra, quién toma las decisiones, quién las controla. Ahora, en el caso de las instituciones nacionalizadas, siguen siendo jerárquicas, pero no tienen por qué serlo siempre. Quiero decir, nuevamente, que no existe ninguna especie de ley natural por la cual estas instituciones no puedan ser democráticamente conducidas.
Jay: ¿Y cómo sería?
Chomsky: La participación mediante consejos de trabajadores, reuniones y discusiones de organizaciones comunitarias, en las cuales se deciden las políticas a seguir –que es como se supone que la democracia debería funcionar-. Estamos muy lejos de eso, aun en el sistema político. Por ejemplo, las primarias. De la manera en la que funciona nuestro sistema, los candidatos se postulan, sus jefes de campaña van a algún pueblo de New Hampshire y organizan un acto adonde acude el candidato y dice: “Miren lo bueno que soy. Voten por mí.” Y la gente puede creerle, o no, y luego se va a casa. Supongamos que tenemos un sistema democrático que funciona de la otra manera. La gente en el pueblo de New Hampshire se reuniría en conferencias, encuentros, etc., y trabajarían en las políticas que les gustaría ver concretadas. Y luego, si alguien quisiera postularse a alguna candidatura, podría ir, si quieren ellos podrían invitarlo, y él los escucharía. Le dirían cuáles son las políticas que les gustaría que se aplicasen, y que si él lo hace, ellos le permitirían representarlos, pero que le retirarían el apoyo si no cumple.
Jay: Como dices, esto está bastante alejado de lo que hoy es la política.
Chomsky: No está tan lejos. Suele darse.
Jay: Pero en una instancia nacional...
Parte 2
Jay: Bienvenidos nuevamente a The Real News. Estamos en el MIT, en Cambridge, con el profesor Noam Chomsky. Gracias por seguir con nosotros. En el primer segmento de nuestra entrevista hablamos sobre cómo debería ser un plan económico que Chomsky apoyaría, el cual tendría que contemplar no sólo a los consumidores sino a los todos los actores implicados y lo que esto podría significar en cuanto a la relación entre la banca y la democracia. Y ya que entramos en el tema de la democracia, ¿qué crees que irá a suceder? Me refiero a los planes actuales para el sector financiero, para el sector automotor, el plan general de estímulos. ¿Crees que funcionará? Y si no, ¿hacia dónde nos dirigimos en términos de intensidad de la crisis? Y ¿qué significa esto en relación con la democracia norteamericana?
Noam Chomsky: No creo que nadie esté en condiciones de saber si esto irá a funcionar. Es algo así como disparar en medio de la oscuridad. En general, -y no tengo ninguna mirada particular sobre el problema- creo que no será como la Gran Depresión, pero pueden venir años difíciles y un montón de parches si se persiste en las políticas en curso. Ahora, el punto crucial de las políticas actuales es mantener estable la estructura institucional: la misma estructura de autoridad, dominación y toma vertical de decisiones. En este esquema, la ciudadanía tiene un rol posible: consumidores. Puedes venderte a este esquema –es lo que se llama buscar un empleo-.
Jay: Y poner dinero para el rescate.
Chomsky: No se ha escuchado mucho al respecto. Y tampoco cuando Obama visitó la planta, que es el símbolo de la destrucción del trabajo por medio de prácticas desleales, porque la sindicalización ha sido extirpada de la mente de las personas. La Employee Free Choice Act siempre ha sido tergiversada. Se ha descrito como un intento de evitar elecciones secretas. No es eso. Es para permitir que los trabajadores decidan si debería haber elecciones secretas en vez de dejar las decisiones enteramente en las manos de los empleadores, que pueden usar las listas de afiliación sindical [check cards] si quieren [inaudible]... pueden elegirla, pero los trabajadores también pueden. Durante la campaña, Obama habló sobre esto, pero paulatinamente fue pasando a un segundo plano. Y hubiese significado un salto mucho más alto para superar la radical redistribución hacia los más ricos -que tuvo lugar en los últimos 30 años- facilitar los esfuerzos de gremialización. Y todos y cada uno de los presidentes desde Reagan han atacado este derecho. Reagan directamente les dijo a los empleadores: “No vamos a aplicar la ley”. Por lo que se triplicaron los despidos -despidos legales- por organizarse sindicalmente. Cuando llegó Clinton esto se consiguió básicamente a través de un dispositivo diferente –que se llamó NAFTA [Acuerdo de Libre Comercio de Norteamérica, en inglés; N. de la T.]. El NAFTA dotó a los empleadores de medio muy eficaces para evitar la organización de los trabajadores: sólo pusieron un gran letrero diciendo: “Operación de transferencia a México”. “Es ilegal, pero si el gobierno es un gobierno fuera de la ley, es posible salirte con la tuya”. Y durante los años de Bush, no es necesario hablar de ello. Pero es posible revertirlo, y este podría ser no solo un paso importante en el camino hacia la reversión de la tendencia regresiva de redistribución de la renta, sino en el de la democratización de la sociedad mediante la generación de mecanismos por los cuales la gente pueda actuar políticamente en su propio interés. Pero esto permanece tan al margen que apenas se discute. Y cuestiones como el control de las instituciones por todos los actores interesados, los trabajadores en la comunidad, no están en las preocupaciones prioritarias de la gente. Están dejándose de lado. De todos modos, si retrocedes hasta la década de 1930, que es la más cercana -aunque no fue igual-, surgieron algunos temas similares. Lo que en realidad metió miedo en el centro del mundo de los negocios fueron las huelgas de brazos caídos [: sit down strike, tipo de paro, sin actividad laboral, pero en el lugar de trabajo; N. de la T.]. Las huelgas de brazos caídos suceden justo cinco segundos antes de que aparezca la siguiente idea: “¿por qué sentarnos aquí? ¿por qué mejor no hacemos funcionar la fábrica? Podemos hacerlo, razonablemente mejor que estos administradores, porque nosotros conocemos como funciona”. Ahora bien, esto asusta. Y está empezando a pasar. Justo un mes atrás hubo una huelga de brazos caídos en una planta de Chicago, creo que se llamaba Pisos y Ventanas de la República. La multinacional propietaria de esta fábrica quiso cerrarla o trasladarla a otro lugar. Y los trabajadores protestaron, y se manifestaron, pero finalmente hicieron una huelga de brazos caídos. Tuvieron éxito a medias. Muchos de ellos perdieron su empleo. Otra empresa compró la planta, pero no se produjo el paso siguiente. El paso siguiente era, “¿por qué no nos encargamos nosotros de hacer funcionar la fábrica, conjuntamente con la parte de la comunidad que está directamente interesada, y tal vez incluso el resto de la comunidad? Estos son los asuntos que realmente deberían ser debatidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario