Uruguay vive una situación de "emergencia demográfica", con una tendencia a un crecimiento poblacional nulo o negativo, según un informe presentado este martes en Montevideo por la Facultad de Ciencias Sociales con el apoyo del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa).
"Si hay una característica que define a Uruguay, es su pequeñez demográfica", afirma Adela Pellegrino, profesora del Programa de Población de la Facultad de Ciencias Sociales, en la introducción del informe "Demografía de una sociedad en transición: la población uruguaya a inicios del siglo XXI".
Uruguay, de 3,241 millones de habitantes, es el país más envejecido de América Latina debido una elevada esperanza de vida (76 años), una baja tasa de fecundidad -por debajo del nivel de reemplazo poblacional- y una fuerte emigración.
Un 17,5% de la población es mayor de 60 años. Por cada 100 menores de 15 años, hay 72 adultos mayores de 60 y se espera que en 30 años esa relación sea a la inversa, señala la socióloga y demógrafa Mariana Paredes, una de los varios expertos que participan en el informe.
La edad mediana del país se ubica en los 31 años (es decir que la mitad está por debajo de esa edad y la otra mitad por encima), cuando el promedio en América Latina es de 26 años.
La baja fecundidad es alarmante, pues en los últimos diez años se produjo "un hito en la historia demográfica" de Uruguay, pues "por primera vez, la fecundidad atraviesa el mínimo necesario para el reemplazo poblacional", señalan las sociólogas Carmen Varela y Ana Foslik, y la historiadora Raquel Pollero en su capítulo dedicado al tema.
La mujer uruguaya tiene promedialmente 2,04 hijos, menos del 2,1 requerido para lograr el reemplazo poblacional.
"Actualmente nos encontramos en una situación en la que el balance en la ecuación de crecimiento natural reduce su diferencia y la población crece muy lentamente", dice Pellegrino, advirtiendo que "si se mantienen las tendencias actuales, es razonable suponer que en un período próximo podríamos tener un crecimiento nulo o negativo".
Pellegrino indica que la fecundidad de 2,04 hijos por mujer es un valor que "intrínsecamente se refiere a una población con crecimiento nulo" y que "el hecho de que todavía no alcance el crecimiento cero se debe al efecto de la estructura de edades".
La migración, en tanto, "es la variable que más ha influido en la dinámica demográfica a lo largo de la historia uruguaya", dicen Pellegrino y Martín Koolhaas, licenciado en Ciencia Política y diplomado en Análisis de Información Sociodemográfica.
Mientras la inmigración significó un "componente importante del crecimiento de la población desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX", la emigración se convirtió luego en "un rasgo estructural de la sociedad uruguaya", cuyos emigrantes actualmente representan el 15% de la población, señalan.
"Estamos en una situación que podemos calificar de emergencia demográfica", señaló el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Enrique Rubio.
"Un país que tiene una tasa de reemplazo negativa y tiene un saldo migratorio negativo simultáneamente y como tendencias de mediano plazo, tiene un problema, un problema muy relevante", agregó Rubio, que instó a la "adopción de políticas públicas activas con urgencia".
Instó a la realización de un censo poblacional en 2010 "que nos diga dónde estamos parados y permita la elaboración de políticas y estrategias" y a conformar una Comisión Sectorial de Población, para "definir políticas de mediano y de largo plazo".
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