viernes, 15 de mayo de 2009

EFECTO DE LA EDAD DE CASTRACIÓN EN LA GANANCIA DIARIA DE PESO HASTA EL DESTETE EN TERNEROS AL PIE DE MADRE

RESUMEN

Se evaluó a través de la ganancia de peso hasta el destete el efecto de la edad de  castración de terneros al pie de la madre. Para la experiencia fueron utilizados 18 terneros  de un rodeo de vientres Aberdeen Angus negros nacidos entre el 10 de Agosto y el 1 de Septiembre de 2002, provenientes de un establecimiento de cría ubicado en Gral. Hornos, partido de Gral. Las Heras Prov. de Buenos Aires, Argentina. El día 26 de octubre de 2002  se asignaron al azar los terneros formándose dos grupos: grupo Castrado GC y grupo no Castrado o entero GE. Todos los animales se pesaron y se realizó la castración del grupo castrado. La experiencia duro 133 días  extendiéndose  hasta el día 8 de marzo de 2003. En ese momento se volvió a pesar a los animales y se realizó el destete, concluyendo el ensayo. Durante el periodo experimental los terneros y sus madres permanecieron sobre el mismo tipo de pastura. El aumento de peso vivo promedio del grupo castrado fue de 0,724 ± 0.136 kg./día. mientras que el del grupo GE fue de 0,912 ± 0,195 kg./día.  El análisis de varianza no arrojo diferencias significativas (p > 0.05) entre ambos grupos.

Palabras clave: Castración,  castrados, enteros, ganancia diaria de peso, terneros al pie de la madre

INTRODUCCIÓN

En las condiciones agroecológicas de producción de los campos de cría, el número de terneros destetados  es la variable de mayor incidencia en los ingresos en dichos sistemas3. La otra variable importante en los ingresos es el peso al destete de dichos terneros1. El producto de ambas variables permite obtener el total de kilogramos de terneros destetados. Por lo tanto, cuanto mayor sea el peso al destete mayores serán los kilogramos de terneros destetados. El aumento del peso de destete se asocia, generalmente, a un mayor peso de la madre. El resultado de aumentar el peso de la vaca, al relacionarlo con la receptividad en los establecimientos dedicados a la cría bovina, es una disminución de la cantidad de vientres totales y por lo tanto, una disminución en la producción total de carne6-9. Otra posibilidad para tratar de aumentar el peso al destete sin modificar el peso y los requerimientos de la vaca, podría ser retrasar el momento de la castración  de los terneros o directamente dejarlos enteros hasta el destete.

Las complicaciones para la primera situación planteada es que, los terneros de mayor edad y con testículos más grandes experimentan más tensión, y comúnmente sangran más profusamente que los terneros más jóvenes, con mayores posibilidades de complicaciones, que harían disminuir la ganancia diaria de peso. Una buena inmovilización es esencial para minimizar el riesgo de lesiones en los terneros y al operador al momento de la castración. Con respecto al destete a edad constante se considera al sexo como el principal factor que afecta dicho peso. Normalmente los machos enteros pesan más que los castrados y éstos a su vez más que las hembras1.

Frente a la perspectiva de castrar o no los terneros destinados a engorde a corral, es evidente la ventaja obtenida a favor de los no castrados, produciendo en la relación  capital ternero /ración un mayor reintegro al no practicar la castración temprana,  obteniéndose una explotación económicamente mas rentable 7-8 .

Por otro lado, en un ensayo de la EERA INTA Anguil , se estableció que los animales enteros con respecto a los castrados obtuvieron en sus reses un 17 por ciento más de aumento de peso, mayor porcentaje de músculo y área del ojo del bife y un menor rendimiento, porcentaje de grasa y espesor de la grasa de cobertura que los animales castrados, faenados a los 15 meses de edad. El sabor y la jugosidad de la carne fueron similares en ambos lotes. En cambio el veteado y la terneza fueron mayores en los castrados2.

Si bien el engorde de animales enteros jóvenes aumentaría la eficiencia en la producción de carne vacuna, mientras no se modifique el criterio de comercialización de este tipo de carne, pagándose por ella un precio equiparable a la de los novillitos, los productores en su mayoría no estarían  dispuestos a considerar la adopción de esa práctica.

Por todo lo expuesto, la castración de los machos es una práctica normal en aquellos establecimientos dedicados a la cría vacuna, para que una vez éstos destetados,  su destino sea la recría y/o posterior engorde hasta alcanzar el grado de engrasamiento que demanda su destino, es decir llegar al peso de faena de mercado.

Si bien existen diferentes métodos para eliminar la capacidad reproductiva en terneros destinados posteriormente al engorde5, el método de uso más frecuente, en condiciones normales en las explotaciones de cría,  es el de castración de forma quirúrgica o “a cuchillo”, que permite la extracción de los testículos, con la consiguiente anulación de la función espermática y de la producción de hormonas.  La castración quirúrgica puede realizarse en terneros de cualquier edad.

Resultado de ello, es un comportamiento más tranquilo en los animales, con una mayor facilidad en el tratamiento en conjunto como lotes o tropas para el engorde, al evitarse casi totalmente las peleas y agresiones originadas en su instinto natural.

Paralelamente se observan otros cambios en los animales, como un menor desarrollo muscular, y huesos más finos, a la vez que una mayor deposición de grasa, permitiendo ésta condición responder más adecuadamente a las exigencias del mercado interno argentino 4.

Se realizó el presente trabajo con el objetivo de calcular la magnitud de la diferencia de ganancia de peso entre terneros al pie de la madre, enteros y los castrados tempranamente, medido a través de la diferencia del peso vivo al destete .

MATERIALES Y MÉTODOS

La experiencia se realizó en un establecimiento de la cuenca del Salado dedicado a la actividad de cría, en la localidad de Gral. Hornos, partido de Gral. Las Heras, Pcia de Buenos Aires.

La dotación ganadera se conforma con vientres Aberdeen Angus negros. Los toros que dieron servicio a la parición estudiada en el presente ensayo, también fueron de la misma raza, en sus variedades negro y colorado. El servicio fue estacionado durante primavera y parte del verano, comenzando los toros a dar servicio el 1 de Noviembre del 2001 y siendo retirados el 1 de Febrero del año 2002. La parición, por lo tanto, también  estacionada, comenzó a partir del 10 de agosto del año 2002.

Para la experiencia, se emplearon un total de 18 terneros todos nacidos durante el mes de Agosto.

Posteriormente se hicieron pares de terneros y se asignaron al azar los tratamientos. Se constituyeron así un lote de terneros que fueron  castrados el 26 de octubre de 2002, y otro lote se lo dejó entero hasta el 8 de marzo de 2003, fecha de destete y finalización del presente trabajo. Ambos grupos fueron pesados el día de inicio de la experiencia (26/10)  y al finalizar la misma (8/03).

El lote de animales enteros se los identificó con caravanas color rojo y los castrados con caravanas color blanco; a su vez cada animal estaba identificado individualmente con un número de caravana. La castración se hizo a campo y por el método quirúrgico o “a cuchillo”. Esta  fue realizada con dos incisiones longitudinales que permitió acceder a los testículos para su posterior extirpación, con la precaución de ligar la binza de cada testículo con hilo de Nylon 40, para disminuir la posibilidad de complicaciones postoperatorias, que pudieran afectar la ganancia diaria de los terneros. Se desinfectó con Aceite Curativo ® y se colocó curabicheras en pasta para evitar la aparición de miasis. Paralelamente se efectuó un tratamiento preventivo con Ivermectina con el doble propósito de prolongar la protección contra las miasis y la vez desparasitar a los terneros. Por lo tanto la aplicación del endectocida se hizo tanto en grupo castrado, como en el control.

En la misma maniobra, ambos grupos, fueron vacunados contra mancha y gangrena y señalados con la señal usada por el establecimiento. Al finalizar toda la operatoria los terneros volvieron con sus respectivas madres.

Durante todo el tiempo del período experimental, tanto los terneros como sus respectivas madres, permanecieron sobre suelos arcillosos pesados de media loma, característicos de la zona en estudio, clase V(30%) y VI (70%). La base forrajera a la que accedieron todos los animales se constituyó de campo natural con predominancia de las siguientes especies: Ray grass, (Lolium perenne), Trébol blanco, (Trifolium repens), Festuca sp, (Festuca arundinacea), Pasto Ovillo (Dactylis glomerata). Lotus sp. (Lotus corniculatus).  El aprovechamiento se realizó bajo pastoreo rotativo en parcelas.

Los terneros se pesaron al inicio de la experiencia y después en el momento del destete, siempre sin desbaste previo, a la misma hora del día, durante la mañana.

El destete se realizó el mismo día y de igual forma para todos los animales en estudio.

Para evaluar los efectos de los tratamientos con respecto a los no castrados (enteros), se realizó un análisis de varianza con un criterio de clasificación y para comparar las medias entre tratamientos se utilizó el test de Tukey.

RESULTADOS  Y DISCUSIÓN

En el cuadro 1 se consignan los aumentos diarios de peso vivo (A.D.P.V.)  expresados en kg./día. para los dos tratamientos utilizados

CUADRO 1: Aumentos diarios promedios de peso vivo en kg/día del grupo

con caravanas color blanco (castrados) y caravanas color  roja (enteros).

TRATAMIENTO

A.D.P.V. (kg.)

CS: Castrado

0,724 a ±  0,136

TR: Entero

0,912 a ±  0,195

CV (Coeficiente de Variación)

 

grupo CS

0,188

grupo TR

0,214

Letras iguales  corresponden a diferencias no significativas

 

El peso promedio inicial del grupo castrado (CS) fue de 91 kg., mientras que el del entero (TR) fue de 96,5 kg., por lo tanto la diferencia inicial de peso a favor del segundo grupo fue de 5,5 kg. Al término del ensayo, el peso final promedio de los animales del grupo castrado (CS) al momento de destete fue de 187,3 kg., y el del grupo entero (TR),  de 217,8 kg. Los enteros finalizaron el ensayo con 30,5 kg. más de peso que los castrados. El aumento diario de peso vivo (A.D.P.V.) promedio obtenido para los animales castrados (CS) fue de 0,724  ± 0,136 kg , mientras que para el grupo de enteros (TR) los valores obtenidos fueron 0,912 ± 0,195 kg. El tratamiento estadístico se realizó a través de análisis de variancias. El valor del coeficiente de variación obtenido muestra el grado de dispersión de los datos. Finalmente para, comparar los incrementos de ganancias diarias de peso promedio se usó el test de Tukey ( p > 0,05).  Las diferencias obtenidas entre tratamientos demostraron no diferir  de modo significativo en este ensayo, si bien el peso final de los animales no castrados fue mayor.  

CONSIDERACIONES FINALES

En las condiciones del presente trabajo no se obtuvieron ventajas en cuanto a la ganancia diaria promedio de peso vivo entre el grupo de animales castrados tempranamente (GC) y los no castrados o enteros (GE).

MANEJO SANITARIO DEL RODEO DE CRÍA

INTRODUCCIÓN

En todo planteo productivo, la sanidad juega un rol fundamental en el logro de un objetivo básico como es la máxima eficiencia. Debido a la escasa rentabilidad que ofrece la empresa agropecuaria, la tendencia actual es intensificar los sistemas de producción y esto irremediablemente trae aparejado un aumento en la aparición de problemas sanitarios ya conocidos y la presentación de problemas emergentes que surgen con el aumento de la carga animal o cambios en los hábitos de alimentación.

Afortunadamente el productor cuenta con herramientas sanitarias que le permiten bajo el asesoramiento profesional, actuar en forma preventiva y de este modo controlar enfermedades comunes en nuestros rodeos. En lo que respecta a las nuevas enfermedades es nuestra obligación como profesionales primero reconocerlas mediante un correcto diagnóstico e indicar las medidas tendientes a minimizar sus efectos.

Inicialmente se describirán las enfermedades con aparición más frecuente en un planteo de cría, indicándose las medidas de control y el momento de implementarlas. Tomaremos como comienzo del ciclo la época de preservicio, clasificando las enfermedades en 4 grandes grupos de acuerdo a su origen: Infecciosas, Metabólicas, Tóxicas y Parasitarias

MANEJO SANITARIO PRESERVICIO

Toros: Control de enfermedades venéreas mediante el análisis de esmegma prepucial, hasta la obtención de al menos dos resultados negativos. Control de Brucelosis. Examen clínico de los reproductores. Prueba de capacidad de servicio. Vacunación contra Campylobacter, dos dosis con intervalo de 21 días, efectuándose la ultima 20 días preservicio

Vacas: Es importante verificar el estado corporal del rodeo al momento de comenzar el servicio, como así también verificar la oferta forrajera. Esta información nos será de suma utilidad cuando analicemos los resultados del tacto rectal.

Enfermedades de origen Infeccioso: Vacunación contra: Carbunclo bacteridiano, IBR, DVB, dos dosis con intervalo de 21 días en la vaquillona y una dosis en la vaca. Leptospirosis, dos dosis iniciales, con repetición de una dosis anual

Enfermedades de origen parasitario: El control de los parásitos internos se torna de vital importancia en la vaquillona de entore precoz y en la vaquillona de segundo servicio, que aún es sensible a los parásitos, en diciembre el antiparasitario estaría actuando contra las larvas inhibidas (doble dosis con productos a base de bencimidazoles, dosis simple con avermectinas-milbemicinas).

MANEJO SANITARIO DURANTE EL SERVICIO

Durante este período es importante la observación del comportamiento de los toros controlando su estado corporal.

Enfermedades de origen tóxico: El servicio efectuado sobre pasturas donde la Festuca está infestada por el hongo endófito Neothypodium coenophialum es dominante y acompañado de temperatura ambiente superior a los 25ºC, puede producir hasta una merma de 30 puntos de preñez. La infestación de diversas gramíneas (Raigras, Festuca, Setaria y Paspalum) con el hongo Claviceps purpurea en el momento de la floración, produce el reemplazo de la semilla por una forma de resistencia del hongo llamada escleroto. Este contiene sustancias tóxicas llamadas ergoalcaloides que son responsables de muertes embrionarias.

MANEJO SANITARIO DURANTE LA GESTACIÓN

Enfermedades infecciosas: Vacunación: IBR-DVB al momento del tacto, una dosis. Diarrea neonatal dos dosis con intervalo de 21 días, al final de la gestación.

Enfermedades metabólicas: A partir del mes de mayo debe suministrarse a la vaca preñada sales en batea o panes, con al menos un 8% de óxido de magnesio, evitando de este modo la presentación de la causa más común de mortandad en los rodeos de cría, como es la Hipomagnesemia. En zonas con deficiencia de cobre, es conveniente suministrar dicho elemento vía inyectable, en el último tercio de la gestación, asegurando de este modo reservas de cobre hepáticos en el recién nacido.

Enfermedades parasitarias: En el caso de vaquillonas y sobre todo si son de entore precoz deberían ser desparasitadas próximas al parto, disminuyendo el efecto de la caída inmunitaria.

MANEJO SANITARIO PREDESTETE

Vacas

Enfermedades infecciosas: Vacunación contra Carbunclo, mes de octubre.

Enfermedades de origen tóxico: Debe tenerse presente, en los meses de oct-nov, dos plantas tóxicas que en este período del año comienzan su ciclo vegetativo, significando un serio riesgo de mortandad; estas plantas son Wedelia glauca (sunchillo), y Xanthium cavanilliesii (abrojo grande).

Terneros

Enfermedades infecciosas: Vacunación: Primer dosis de Carbunclo sintomático (Mancha), mes de noviembre, segunda dosis al destete, tercera dosis al año de vida. Si se efectúa invernada de propia producción, aplicar vacunas contra IBR-DVB, y Queratoconjuntivitis, dos dosis con intervalo de 21 días, previo al destete. Si la invernada es de compra, efectuar el mismo procedimiento al arribo de los animales.

Enfermedades parasitarias: En años donde la alimentación de la vaca no es suficiente para asegurar una buena producción de leche, sería conveniente el uso de antiparasitarios en el ternero predestete, mes de Diciembre.

 

Ajuste su programa sanitario preventivo discutiéndolo con el veterinario responsable de la sanidad de su rodeo.

¿CUÁNTO CUESTA PRODUCIR UN TERNERO?

INTRODUCCIÓN

La cría ha sido la etapa de la producción de carne más relegada en la investigación, sin embargo, debido a que en la actualidad existe un renovado interés en la cuantificación del costo energético de todo el largo proceso de terminar un vacuno para la venta, se ha hecho necesario profundizar en los procesos metabólicos y fisiológicos de cada etapa en que dicho proceso se divide. Consecuentemente hay mayor disponibilidad de información bibliográfica sobre el costo de destetar un ternero.

El principal costo de la producción de terneros es el mantenimiento de la vaca de cría, que es un costo fijo. Le sigue el costo de la lactancia y, finalmente, el de gestación. A ello se agrega el consumo de forraje del ternero hasta el destete. A continuación se analizan dichos costos en función de las características fisiológicas de la vaca de cría y de su tamaño estructural.

COSTO ENERGÉTICO DE MANTENIMIENTO

Según se muestra en la Tabla 1, un costo de 130 kcal/kg0.75 es aceptable y representa una demanda de 12 Mcal EM/día para una vaca de 420 kg. Estos requerimientos se pueden cubrir con 6 y 7 kg/día, de un forraje de baja calidad con 55% de digestibilidad. Esta estimación concuerda razonablemente bien con las estimaciones utilizadas en el país a partir del equivalente vaca (EV), que arrojaría un valor de 11 Mcal EM/día para una vaca no lactante con 0.6 EV. Este cálculo simplificado, que consiste en elevar a la potencia 0,75 el peso de la vaca y multiplicarlo por 130 kcal EM, no tiene en cuenta las variaciones entre biotipos, ni entre animales del mismo biotipo.

En la Tabla 1 se muestra que la cruza Jersey x Británico tiene un costo de 145 kcal EM/kg0.75 y la Simmental x Británico de 160 kcal/kgp0.75. A su vez, hay variaciones entre animales del mismo biotipo, por ejemplo en vacas de biotipo Británico se han estimado costos de mantenimiento entre 135 a 180 kcallkg0.75. Esto significa que en un rodeo de vacas de 420 kg hay animales que pueden mantener su peso y estado corporal consumiendo 6 kg de forraje, en tanto que otras requieren 8 kg de MS. Por lo tanto, en la medida que se resienta la alimentación, un porcentaje de vacas puede mantener su comportamiento reproductivo, en tanto que otras no producirán terneros.

 

Tabla 1: Costo energético de mantenimiento de vacas de cría según distintos autores

 Autor

Kcal EM/kg0.75

Mcal EM/d

Kg alimento*

420 Kg

500 kg

420 kg

500 kg

NRC (7)

128

11.9

13.5

5.9

6.8

Reynolds y Tyrrell (9)

120

11.1

12.7

5.6

6.3

Ferrell y Jenkins (6)

Británicas

130

12.0

13.7

6.0

6.9

Jersey x Británico

145

13.4

 

6.7

 

Simmental x Británico

160

 

16.9

 

8.5

Di Costanzo y otros (5)

Vacas eficientes

135

12.5

14.3

6.3

7.1

Vacas promedio

155

14.4

15.3

7.2

8.2

Vacas ineficientes

180

16.7

16.9

8.3

9.5

*Forraje de 55% de digestibilidad que aporta 2 Mcal EM/día

COSTO ENERGÉTICO DE LA GESTACIÓN

El costo energético de la gestación es difícil de estimar porque sigue una función exponencial en el último tercio de la gestación. No obstante, se puede hacer una estimación razonable, con fines prácticos, considerando que el mismo representa entre el 6-7% del costo anual de mantenimiento. Entonces, si la vaca de 420 kg mostrada en la Tabla 1 tiene un costo diario de mantenimiento de 12 Mcal EM/día, su costo anual de mantenimiento es de aproximadamente 4500 Mcal EM/año (12 x 365 días), por lo tanto, el costo de gestación es de aproximadamente 300 Mcal EM en 3 meses. Este costo se puede subdividir en 20% para el 7° mes, 30% en el 8° y 50% en el 9°. Esto significa que durante el 7° mes el aumento del requerimiento de energía de la vaca de cría es muy bajo, 2 Mcal EM por encima de mantenimiento (300 Mcal EM x 0.2 = 60Mcal EM/30 días), el cual se puede cubrir con 1 kg de forraje de baja calidad por encima de mantenimiento. En el último mes de gestación la demanda de energía se incrementa en aproximadamente 5 Mcal EM/día (300 Mcal EM x 0.5 = 150 Mcal EM/30 días = 5 Mcal) por encima del costo de mantenimiento de 12 Mcal/día; por lo tanto, tiene una demanda de forraje de aproximadamente 8-9 kg MS/día.

Durante la gestación la vaca de cría es muy plástica en el sentido que puede perder hasta el 14% del peso (50 a 60 kg), sin afectar su fertilidad si recupera peso en la primera fase de la lactancia. Ello plantea una interesante posibilidad de manejo, ya que permite tenerla a mantenimiento hasta el parto y hacerle recuperar reservas durante la lactancia. Este manejo tiene dos ventajas. Por un lado, ahorra alimento en el invierno y, por otro, la vaca recupera peso cuando es más eficiente para acumular reservas (lactancia) y cuando el forraje tiene mayor tasa de crecimiento. Experiencia local indica que una ganancia de peso de 500 a 600 g/día es suficiente para recuperar la pérdida de peso en forma eficiente y compatible con un buen comportamiento reproductivo.

 

COSTO ENERGÉTICO DE LA PRODUCCIÓN DE LECHE

El costo energético de este período es el de producción de leche y de recuperación de reservas corporales previo al servicio. La producción de leche puede variar entre 700 a 1500 litros por lactancia, según el grupo genético, la alimentación, la edad y la capacidad de mamar del ternero. El costo de producir un litro de leche es de aproximadamente 1 Mcal de EM; por lo tanto, una vaca que produzca 8 litros en el pico de lactancia y 1200 litros/lactancia tiene 8 Mcal EM/día por encima de mantenimiento y un costo total de lactancia de 1200 Mcal de EM. A esto hay que agregar el costo de recuperación de reservas corporales. Para ganar 500-600 g/día previo al servicio, se requieren aproximadamente 5-6 Mcal de EM. Por lo tanto, los requerimientos de la vaca lactante, que perdió peso durante la gestación, pueden llegar en el momento del servicio a 25 Mcal de EM/día, que se pueden cubrir con un consumo de forraje de mediana calidad (60 a 63% de digestibilidad) de 11-12 kg de MS/día.

Aquí vale recordar lo mencionado anteriormente sobre las grandes variaciones que existen entre animales, que pueden elevar el valor estimado en proporción al aumento del costo de mantenimiento y el potencial de producción de leche. La distribución de los costos de mantenimiento, gestación y lactancia se muestra en la Figura 1. El mantenimiento representa un 70-75%, el de gestación 6-7% y el de lactancia 20-25%.

 

Figura 1. Requerimientos relativos de la vaca de cría en distintos estados fisiológicos.

 

Debido al alto costo de la lactancia, el potencial de producción de leche de la vaca tiene ventajas y limitaciones sobre la eficiencia energética del sistema de producción. La ventaja es que, a mayor producción de leche, mayor crecimiento del ternero, pero ello genera una mayor demanda de forraje. Esto implica menor carga animal, menos terneros producidos por unidad de superficie y mayor posibilidad de afectar la fertilidad del rodeo ya que al aumentar el potencial, se incrementa el costo de mantenimiento, que es el mayor costo fijo del sistema de cría.

 

Figura 2: Esquema mostrando el efecto del potencial de producción de leche sobre el costo de mantenimiento.

 

Por lo tanto, este aspecto debería ser considerado cuando se requieren controlar los factores que afectan la eficiencia energética del sistema de cría. Aquí cabe tener presente dos grandes preguntas que están bajo el foco de la investigación: ¿Qué potencial deberían tener las vacas para minimizar el costo energético por ternero producido, por ejemplo 1400 o 700 litros? y ¿Qué es más eficiente, una lactancia larga para obtener terneros pesados, o una lactancia corta y terneros de menor peso? En sistemas con restricciones nutricionales, las vacas de menor potencial tienen mejor estado corporal, mayor fertilidad y adaptan su costo de mantenimiento a las condiciones de alimentación. A su vez, al anticipar el destete, la vaca recupera reservas con mayor facilidad con el consecuente aumento de la fertilidad.

COSTO ENERGÉTICO ANUAL DEL PAR VACA-TERNERO

El requerimiento anual de la vaca de cría de 420 kg en Mcal EM es de unas 4500 para mantenimiento, 300 para gestación y 1200 para lactancia, pudiendo variar este último entre 700 a 1500 Mcal. Por lo tanto, el costo total es de unas 6000 Mcal EM/año. Este valor puede variar según las diferencias en costo de mantenimiento y producción de leche ya comentadas. A esto hay que agregarle un 10% asociado al consumo de forraje del ternero, lo que representa un costo total de 6600 Mcal EM/año para producir un ternero de 160 kg. Este valor es similar al estimado por medio del EV que tiene un valor de 6752 Mcal/año para destetar un ternero de 160 kg con una vaca de 400 kg. En el caso de hacer el mismo cálculo para la vaca ineficiente de la Tabla 1, el resultado es de 8500 Mcal EM/año. Por lo tanto, el consumo de forraje (2 Mcal EM/kg) requerido para producir un ternero de 160 kg, entre animales, puede variar en el rango de 3300 a 4250 kg por año.

DIFERENCIAS EXPERIMENTALES ENTRE GENOTIPOS

Si bien en la Tabla 1 se mostraron diferencias entre grupos genéticos, cuando se comparó el consumo de alimento de vacas Angus, Charolais y las cruzas recíprocas, no se encontraron diferencias entre los mismos. Como puede observarse en la Tabla 2, la eficiencia en términos de EM por kg de par vaca-ternero destetado fue de 12 a 13 Mcal/kg, sin diferencias entre grupos genéticos. El consumo del ternero resultó 11% del total correspondiente al par vaca-ternero. En otro experimento tampoco encontraron diferencias entre Charolais y Nelore.

Calculando el costo anual del par vaca-ternero a partir de la Tabla 2 para una vaca de 420 kg que produce un ternero de 160 kg, el costo anual resulta de 580 x 12,5 = 7250 Mcal EM/año, lo que representa un valor un 10% más alto que el mostrado previamente. Esta diferencia puede deberse a diferencias en costo de mantenimiento y/o producción de leche de las vacas utilizadas. Ambas estimaciones son razonables, ya que posiblemente en la práctica las variaciones entre animales sean mayores. Recuérdese que según se muestra en la Tabla 1, el costo energético de mantenimiento puede variar entre animales un 30%. Esto significa que en el mismo rodeo habrá vacas promedio que requerirán 6600 Mcal de EM o 3300 kg de alimento (de 2 Mcal/kg) para producir un ternero de 160, en tanto que las más eficientes lo pueden producir con 2300 kg de materia seca y las ineficientes con 4300 kg.

 

Tabla 2: Requerimientos energéticos de vacas de cría de distintos grupos genéticos

Biotipo

Peso Kg

Consumo anual de EM Mcal

Peso destete kg

Mcal EM/kg (vaca + ternero)

Angus (A)

438

8559

225

12.9

Charolais (Ch)

494

8949

229

12.4

AxCh

460

8887

229

12.9

ChxA

471

8718

226

12.5

 

Tabla 3: Efecto de la actividad en el costo de mantenimiento del animal

Pastoreo

Distancia (km)

Velocidad (km/h)

Topografía

Mantenimiento (% de aumento)

Horas

Frec. bocado

8

Moderada

5

1-2

Llano

8

8

Moderada

5

2

Pendiente

10

10

Moderada

8

2

Llano

12

8

Alta

5

2

Llano

18

10

Alta

8

2

Llano

27

EFECTO DEL TAMAÑO ESTRUCTURAL

El peso adulto de los vientres tiene un gran efecto sobre el costo de destetar un ternero y del número de terneros que se pueden obtener por unidad de superficie. Aceptando que el costo de mantenimiento depende del peso del animal elevado a la potencia 0,75, se puede estimar que el alimento necesario para cubrir el costo de mantenimiento de 100 vacas de cría Angus de 400 kg, solamente alcanza para cubrir el mismo costo de 80 vacas de Trame mediano de 500 kg (4000.75/5000.75 = 80) y 74 vacas de frame grande de 600 kg. Por lo tanto, en términos de productividad por unidad de superficie, los biotipos chicos pueden producir más terneros por unidad de superficie, aunque el peso al destete sea inferior. Finalmente, al aumentar el tamaño estructural de la vaca de cría, aumenta la edad a la pubertad en vaquillonas y la ganancia de peso y disminuye la velocidad de terminación posterior al destete, por lo tanto, aumenta el peso de terminación del novillo para venta.

EFECTO DE LA ACTIVIDAD EN EL COSTO ENERGÉTICO

No hay acuerdo en la bibliografía sobre la magnitud en que la actividad puede afectar el costo energético de un vacuno en pastoreo y tampoco se ha demostrado que la actividad afecte la producción. Dentro del rubro actividad se agrupan ejercicios que pueden tener costos energéticos diferentes según las condiciones en que se llevan a cabo, como por ejemplo ocurre con el pastoreo a moderada y alta frecuencia, y con las caminatas a distintas velocidades o en diferentes topografías.

El costo energético se calcula para un promedio de 24 h y la magnitud en que las actividades de pastoreo y caminar lo pueden afectar depende de sus respectivos costos energéticos y del tiempo relativo que duran con respecto al reposo. Una actividad relativamente costosa en términos energéticos, no necesariamente afecta al mantenimiento en gran medida si se realiza en un tiempo corto. (Tabla 3). Según se muestra en la tabla 3, el pastoreo a alta tasa de bocado es la actividad energéticamente más costosa. Le sigue la caminata en pendiente o en el llano a paso rápido (3 a 4 km/h). En tanto que la caminata a una velocidad de 2 km/h tuvo un costo moderado, y el pastoreo a baja tasa de bocado conjuntamente con la caminata a baja velocidad (1 a 2 Km/h) fueron de bajo costo energético.

El costo energético extra por actividad puede afectar el mantenimiento en un 10 a 15 %, y salvo en condiciones extremas de pastoreo a alta tasa de bocado y recorriendo grandes distancias dicho valor puede alcanzar el 25 a 30%.

CONCLUSIÓN

El costo energético de producir un ternero es la sumatoria de los costos de mantenimiento, gestación, lactancia y del consumo de forraje del ternero hasta el destete. De todos estos costos el de mantenimiento y de lactancia son los más variables, en consecuencia, los que más afectan el costo de producir un ternero.