miércoles, 8 de julio de 2009

Praderas y Verdeos

El éxito de estas medidas, dependerá fundamentalmente de la capacidad administrativa que tengan los responsables del predio y de los recursos naturales que posea el establecimiento.

No pretendamos salvar este examen a partir de una sola acción, lo ideal es lograr la combinación de varias medidas de manejo, una de ellas será la instalación de nuevas praderas y verdeos de invierno.

LO PRIMERO :

Antes de decidir que especie o variedad forrajera sembrar, deberemos tener en cuenta algunos puntos: 1- Es necesario conocer cual es la situación de cada chacra o potrero, observar que capacidad de rebrote poseen las especies instaladas y de resiembra del “banco de semillas”, grado de enmalezamiento y la historia de cultivos antecesores. Se ha observado una rápida recuperación cuando existe alfalfa y/o achicoria y en menor medida, el lotus.

2- Importa determinar cual es la demanda de forraje de las diferentes categorías y cuales son los eventos del rodeo, que estarán exigiendo niveles de forraje en el corto y mediano plazo (preparación de la recría, destete, preparto, etc)

3- Para repartir los riesgos y distribuir el aporte de forraje durante un periodo mayor de tiempo, es aconsejable utilizar diferentes especies o variedades forrajeras y sembrar en diferente fecha.

4- Si tiene semillas disponibles en depósito es importante conocer su cantidad y su calidad. Ante la duda realizar análisis de germinación y pureza.

5- Recabar información de la oferta de semilla que existe en los comercios de la zona, buscando balancear el precio de la semilla y la necesidad de forraje.

6- Debido al efecto de la seca, es posible tener altos niveles de nitrógeno en suelo, por tal motivo, NO ES NECESARIO FERTILIZAR a la siembra en el caso de verdeos. Ante la duda lo más económico es realizar análisis de suelo.

PRODUCCIÓN DE FORRAJE EN OTOÑO:

La especie que primero aporta forraje es la avena, existen tres grandes grupos: avena negra (strigosa), avena amarilla (byzantina) y avena blanca (sativa).

Se caracteriza por ser el único verdeo de invierno que aporta forraje en otoño, pudiéndose sembrar temprano en enero - febrero, debido a la capacidad de soportar falta de agua y resistencia de la semilla a las altas temperaturas.

Pero no todas se comportan igual en la velocidad de encañado, lo que determinará mayor o menor periodo de pastoreo. Se adapta muy bien a cualquier tipo de siembra (convencional, siembra directa o al voleo con posterior tapado con rastras).

En cuanto a la elección de la chacra a sembrar, es conveniente aquellas que presenten buen drenaje.

Las principales desventajas son la baja resistencia a enfermedades, particularmente roya de hoja y el ataque de pulgones, para controlar este último es aconsejable curar la semilla con insecticidas (principio activo: Thiametoxan o Imidacloprid).

Principales características diferenciales de cada grupo :

Avena negra, (Azabache, IAPAR 61, etc) se siembra a una densidad de 60 kg/ha, debido a que la semilla es de menor tamaño y por lo tanto entran más semillas por kilo. La principal ventaja es el rápido aporte de forraje, con el inconveniente que lo hace en un corto periodo de tiempo. Esta especie encaña rápidamente, por lo que de mediados de invierno en adelante cesa la producción de forraje. No es posible la cosecha de semilla.

Avena amarilla o criolla, (RLE 115, 1095 A y Protina 34), se siembra a 100 kg/ha. Por sus características morfofisiológicas, son las más recomendadas para siembras tempranas, a partir de principio de febrero; debido a su capacidad de producir forraje rápido en otoño. No se encañan precozmente y continuarán su producción hasta primavera, con opción además de cosechar semilla.

Avena blanca (Calprose Soberana, INIA Polaris, INIA Tucana, etc): produce buen volumen de forraje si se siembra a partir de mediados de marzo. Se debe evitar siembras temprano (febrero – marzo) ya que se encañan, acortando el periodo de pastoreo. Adicionalmente , son muy buenas productoras de grano.

En todo los casos en siembras de enero o febrero es aconsejable la mezcla de 30 a 40 kg/ha de semilla de maíz “chala” (foto 1), para lograr una rápido y mayor volumen de forraje al primer pastoreo, aproximadamente a los 45 días luego de la siembra.

PRODUCCIÓN DE FORRAJE EN INVIERNO

De los verdeos de invierno, el raigrás es la especie que produce más forraje en invierno y en el total del ciclo. Los cultivares más importantes de esta especie se dividen en dos grandes grupos: diploides (Estanzuela 284) y tetraploides (INIA Titan).

La principal ventaja de este cultivo es la buena producción de forraje en invierno y primavera, mayor que avena y trigo. Posee gran capacidad de macollaje y resistencia al pisoteo animal. No tiene mayormente problemas de ataques de pulgón, ni enfermedades como roya de hoja.

El principal inconveniente que presenta, es la sensibilidad a la falta de humedad principalmente en los primeros centímetros del suelo, por lo que NO es aconsejable siembras de febrero, lo ideal es a partir de marzo.

OTRA ALTERNATIVA DE FORRAJE y GRANO

El trigo forrajero, es una especie que nos permite buena producción de forraje en invierno y lograr una cosecha de semilla. En el mercado existen muchas variedades de ciclo largo, entre estas se destaca INIA Tijereta, INIA Garza, Buck Charrúa, entre otras. Para lograr doble propósito se recomienda sembrar a partir de marzo – abril, según el cultivar y se puede asociar la siembra con leguminosas.

Cuanto más se atrasa hacia el invierno la época de siembra, mayor es el tiempo al primer pastoreo y por lo tanto menor número de pastoreos se logran.

En siembras de febrero, se logra un volumen de forraje importante en un corto periodo de tiempo, pero debido a su rápido encañado se finaliza el pastoreo por muerte de las macollas.

Es aconsejable monitorear permanentemente posibles enfermedades y plagas.

El cultivo de cebada en nuestro país, no se ha desarrollado como alternativa forrajera, debido a que las variedades utilizadas tienen destino industrial(maltería), por tal motivo no posee ninguna ventaja en comparación con las otras forrajeras. Para aquellos productores que cuenten con esta semilla en los galpones, puede ser una opción válida su uso para siembra. Es importante tener en cuenta que es muy precoz en la producción de forraje, pero solamente se logra un primer pastoreo y un segundo muy pobre. Se asemeja al comportamiento de la moha cuando es utilizada para pastoreo.

PENSANDO EN LAS PRADERAS:

Es por todos conocido, que el alimento de menor costo para nuestras condiciones son las pasturas, destacándose las praderas como las más económicas.

Estas se pueden clasificar según su duración en praderas anuales, temporarias y de ciclo largo, todas tienen características diferentes y son importantes en el sistema.

Este año, debido a la necesidad de producir forraje rápido y de buena calidad, una de las alternativas forrajeras validas es la PRADERA ANUAL: Nos referimos en particular, a la siembra de Trébol Alejandrino (INIA Calipso) (10 kg/ha), especie que se asocia muy bien con Avena (80 kg/ ha) o Trigo forrajero (80 kg/ha). Estas mezclas se puede sembrar surco por medio. Es importante destacar que el T. Alejandrino, es una leguminosa anual, que no posee semillas duras y hasta 6 hojas verdaderas es muy sensible a las heladas. Por este motivo es aconsejable sembrar entre marzo – abril, logrando forraje muy rápido y con mucho volumen, llegando a producir grandes cantidades en primavera como para destinarlo a silo de planta entera o fardos.

En el caso de chacras con enmalezamientos moderados, fundamentalmente gramilla (Cynodon Dactylon), se pueden considerar a las PRADERAS DE CICLO CORTO O TEMPORARIAS: La mezcla más utilizada y con mejor resultado es Trébol Rojo (12 kg/ha) más Raigrás (20 kg/ha), con muy buena producción durante dos años.

En la situación actual, creemos oportuno “recuperar” una especie que estaba olvidada por muchos productores, como la Achicoria (INIA Lacerta), para asociarla a esta mezcla clásica de los sistemas intensivos. Esta especie forrajera tiene capacidad de producir forraje de buena calidad, con producción de verano. Luego de esta seca, ha sido una de las especies que primero se ha recuperado.

Las mezcla recomendada es T. Rojo (8 kg/ha) + Raigrás (10 a 15 kg/ha) + Achicoria (4 kg/ha), (foto 2) se siembra a partir de los primeros días de abril y es de fácil implantación.

Cuando se habla de praderas de ciclo corto, es de destacar el papel que se le asigna al Trébol Rojo, al que Ing. Agr. Francisco Formoso (INIA), afirma que, “la mayor producción (de forraje)… se logra con mezclas que integran trébol rojo”.

Por último se mencionan las PRADERAS DE CICLO LARGO.

Una buena implantación y un posterior manejo racional durante su vida productiva, permite lograr altas producciones de forraje durante cuatro o más años, lo que determina un menor costo por kilo de pasto, comparado con verdeos y praderas cortas.

La clave de estas praderas es lograr un buen manejo a la siembra

Las mezclas posibles, son: Festuca (10 a 12 kg/ha) o Dactylis (8 a 10 kg/ ha) + Lotus (10 kg/ha) + Trébol Blanco (2 kg/ha).

Una de las especies que sobresale luego de episodios prolongados de falta de agua es la Alfalfa, conocida como la “reina de las forrajeras”. Esta especie es la que mejor se comporta cuando existe muy poca humedad en el suelo. Tiene algunas exigencias en cuanto a la acidez y nivel de fósforo en el suelo. Una buena implantación requiere de valores de pH en el suelo superior a 5,8-6, chacras con buen drenaje y nivel importante de fósforo (20 ppm P2O5).

Puede ser sembrada sola, con una densidad de 15 kg/ha, lo que permite producir forraje de muy buena calidad en pie o para fardos y cosecha de semilla..

Cuando se destina únicamente para pastoreo, es conveniente mezclarla con alguna gramínea ya que tiene alto riesgos de meteorismo. Una posible mezcla es Alfalfa (15 kg/ha) + Cebadilla (15 kg/ha) o Dactylis (10 kg/ha).

Siempre que se piense en praderas de larga duración es fundamental la inclusión de una GRAMINEAS PERENNES (Festuca o Dactylis). La presencia de éstas, contribuye a una mayor producción y duración de las pasturas, evitando la entrada de gramilla.

Es aconsejable, eliminar las gramíneas anuales, como raigras, de las praderas de larga duración, debido a la gran competencia que realizan en el primer año de vida de las perennes.

COMENTARIOS FINALES:

1- Todas las alternativas son validas.

2- Es importante conocer las características de cada especie o cultivo.

3- Conocer como se comportan las diferentes especies en las diferentes épocas de siembra.

4- No siempre la semilla más barata es la más rentable para su situación, la calidad de la semilla, sigue siendo un pilar fundamental.

5- Es muy difícil que una especie cubra todas sus limitantes, por eso la elección de varias especies y en diferente época de siembra es lo más aconsejable.

6- No descarte utilizar la “reina de las forrajeras”, si posee suelos apropiados, la alfalfa es un “salvavida”, para las crisis forrajeras, no esperemos a la próxima seca.

7- Recuperemos algunas especies que estaban olvidadas, todas tienen su lugar con sus ventajas y desventajas.

8- NO MEZCLAR GRAMINEAS PERENNES CON ANUALES.

9- Luego de lograr una buena instalación, es necesario maximizar los esfuerzos para lograr un adecuado MANEJO DE LAS PASTURAS, donde no todas las especies se manejan de la misma forma. Siendo necesario para lograr una mayor producción, tener en cuenta la FRECUENCIA, INTENSIDAD y DURACIÓN de pastoreo.

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