lunes, 25 de mayo de 2009

Lotononis bainesii Baker - INIA GLENCOE


A partir de fines del año 2003 el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) en la Unidad Experimental Glencoe ubicada en el departamento de Paysandú (Colonia Baccaro, INC), realiza el lanzamiento del nuevo cultivar INIA Glencoe de Lotononis bainesii Baker.

La liberación del Cultivar INIA GLENCOE, una leguminosa subtropical perenne de producción estival para mejoramientos de campo, representa un primer logro del programa de mejoramiento genético para zonas ganaderas con énfasis en Basalto, del Programa Nacional de Plantas Forrajeras. Con la utilización de este cultivar se espera lograr un alto impacto a nivel de la producción de forraje y por consiguiente en la producción animal en predios ganaderos, particularmente en aquellos sobre suelos superficiales de Basalto y otras regiones.


Antecedentes

La introducción de leguminosas forrajeras es considerada una forma amigable con el ambiente para incrementar los niveles productivos de las pasturas en el Uruguay.

Si bien la primer leguminosa introducida al Uruguay fue la alfalfa en 1774, los programas de introducción de leguminosas forrajeras no comenzaron hasta los comienzos de la década de 1930 en el Instituto Fitotécnico y Semillero Nacional (hoy, INIA La Estanzuela, Colonia).

Desde 1930 a 1960, las introducciones de especies fueron realizadas en suelos con alto potencial productivo siendo las más destacadas: Trébol blanco, Trébol rojo, Alfalfa y Lotus.

Durante la década de 1960 investigadores del CIAAB (Centro de Investigaciones Agrícolas Alberto Boerger; hoy INIA), Facultad de Agronomía, y el Plan Agropecuario, introdujeron leguminosas a la comunidad vegetal nativa en diversos tipos de suelo. Muchas leguminosas fueron evaluadas, siendo las más promisorias, el Trébol subterráneo y el Trébol carretilla. Ninguna de estas especies está a nivel comercial en la actualidad ya que no lograron tener una buena persistencia en el largo plazo. En toda esta etapa, hasta mediados de la década de los ’90, se habían evaluado 29 especies de leguminosas templadas y 1 subtropical en la región de Basalto, con éxito moderado en los suelos profundos y casi sin ningún éxito en los suelos superficiales.

Posteriormente la principal leguminosa que surge para mejoramiento de campo es el Lotus El Rincón. Esta especie fue introducida sin intención como contaminante en otras semillas. Debido a sus características muy interesantes, fue desarrollada hasta llegar a nivel comercial por la familia Gallinal, propietaria de la Estancia “El Rincón”.

En los últimos años, el Programa Nacional de Plantas Forrajeras del INIA liberó al mercado nuevos cultivares de leguminosas ya existentes como INIA Kanopus en T. blanco, INIA Mizar en T. rojo e INIA Draco en Lotus corniculatus, principalmente para zonas intensivas, al igual que la nueva especie anual de alto porte, INIA Calipso de T. alejandrino. Paralelamente, puso disponible nuevas leguminosas para zonas extensivas, como el: Lotus pedunculatus Maku y Ornithopus compressus INIA Encantada.

A mediados de los 90, la política institucional en INIA prioriza la región de Basalto y por lo tanto, en 1997, el Programa Nacional de Plantas Forrajeras, comienza un programa de mejoramiento genético de leguminosas (a cargo del Ing. Agr. Ph. D. Daniel Real) con el objetivo de desarrollar cultivares adaptados al uso en mejoramiento de campos en la región de Basalto (21% del territorio nacional), que sean aptos para producir en coexistencia con la pastura natural y destinados a pastoreo de ganado vacuno y ovino.


Trabajo realizado entre los años 1998 y 2000

Entre los años 1998, y 2000 se sembraron 1248 materiales introducidos, correspondientes a 326 especies de leguminosas forrajeras templadas y subtropicales, cubriendo un amplio espectro de tipos productivos y estrategias de persistencia.

Los trabajos iniciales de invernáculo en cada año de evaluación fueron realizados en la sede de INIA Tacuarembó (Ruta 5 Km. 386).

Las actividades de campo se ejecutaron en la Unidad Experimental Glencoe (22 kilómetros al sur del Km. 113 de Ruta 26) en 3 sitios, cada uno representando a cada tipo de suelo predominante en la región de Basalto: litosoles pardo-rojizos, litosoles negros y Brunosoles.

Se realizaron estudios en conjunto con el Laboratorio de Microbiología de Suelos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Centro de Rizobiología de Australia del Oeste, que aportaron los inoculantes necesarios para poder evaluar a las leguminosas adecuadamente con sus respectivas cepas.

Cada año, 3552 plantas fueron transplantadas, realizándose medidas de producción de forraje por planta al final del primer y segundo año. Como la producción en el largo plazo es considerada crucial para el éxito de una nueva especie o cultivar para mejoramientos de campo, ya sea por plantas persistentes en forma vegetativa o por contar con la habilidad de resembrarse naturalmente, la producción al segundo año fue considerada la medida más importante.

Al finalizar este período se obtuvieron varias especies templadas y subtropicales destacadas. Unas 40 leguminosas forrajeras que no habían sido evaluadas en la región hasta 1997, aparecen como muy promisorias y son la base para una nueva etapa de evaluación a partir del 2001 con otros diseños y metodologías.


A partir del 2001

A partir del año 2001 se inicia un trabajo de mejoramiento genético con las leguminosas promisorias en INIA Tacuarembó, que involucra la participación de productores y técnicos de distintas zonas, apoyando el trabajo de mejoramiento genético, en una forma innovadora para el Uruguay de realizar ese proceso, denominada Mejoramiento Genético Participativo.

La investigación participativa con productores ha tenido como estrategia la de construir procesos de aprendizaje mutuo, donde la tecnología se diseña teniendo en cuenta los criterios de los productores y no solamente por prioridades establecidas por los científicos. Se genera una retroinformación entre los productores e investigadores, que permite que los enfoques se compartan y suceda un proceso de adaptación y difusión, logrando la producción de resultados en menor tiempo.

El Grupo de Mejoramiento Participativo de INIA Tacuarembó ha estado integrado por alrededor de 30 productores, quienes junto al cuerpo técnico, evaluaron las leguminosas por dos años. En distintas estaciones del año visitaban las parcelas ubicadas en la Unidad Experimental de Glencoe, dando su opinión sobre criterios que a nivel de producción consideraban destacados, para seleccionar las leguminosas más promisorias.

Con esta metodología del programa de mejoramiento genético, se llega al primer cultivar liberado por el INIA para suelos superficiales sobre Basalto y otros: INIA Glencoe de Lotononis bainesii Baker.

Características del Cultivar INIA Glencoe de Lotononis bainesii Baker

¿Qué es?

El Cultivar INIA GLENCOE es una leguminosa subtropical perenne de producción estival para mejoramiento de campos.

¿Cómo se obtuvo?

El Lotononis bainesii, fue una leguminosa altamente priorizada por los integrantes del Grupo de Mejoramiento Genético Participativo de INIA Tacuarembó.

Es un cultivar compuesto, de polinización abierta de 17 cruzamientos que se seleccionaron por las siguientes características:

a) Resistencia a Fusarium que es el agente causal de la enfermedad de podredumbre de raíz y corona en leguminosas de nuestro país,

b) producción de forraje en suelos superficiales pardo-rojizos y suelos profundos de la región de Basalto y

c) producción de semilla.

Sus características

Semilla- La semilla es pequeña, siendo el peso de las 1000 semillas entre 0.25 0.35 gramos. Presenta un 40 a 80% de semilla dura lo que es considerada una alta proporción que beneficia su persistencia. 

Planta - Sus cotiledones son de 5 mm de largo y 3 mm de ancho, con las primeras 6 a 8 hojas simples y luego comienza a emitir hojas verdaderas compuestas, con3 folíolos de forma oval/oblonga de 4 cm de largo y 1 cm de ancho. Sus hojas son glabras. 

Es una 
planta estolonífera con capacidad de emitir raíces de los estolones que pueden llegar a 2 metros de largo. Con esas características tiene la capacidad de colonizar espacios libres. Presenta un a raíz pivotante que le permite penetrar el suelo en profundidad llegando al agua de capas profundas, acompañado por otras raíces que extraen nutrientes. 

Como otras leguminosas es 
fijador de nitrógeno atmosférico, en simbiosis con bacterias específicas “Methylobacterium nodulans” que no se encuentran presenten en los suelos del Uruguay por lo que se la inoculación es esencial.

Es una especie tetraploide, alógama que precisa de insectos polinizadores (abejas melíferas) para producir semilla. La definición de su mecanismo reproductivo se realizó con el apoyo de herramientas biotecnológicas. La floración comienza en la primavera temprana y continúa floreciendo hasta el mes de abril. Una de las características es que las chauchas presentan dehiscencia tardía.

Cultivo

Suelos - Si bien se seleccionó por su adaptación principalmente a los suelos superficiales pardo-rojizos de Basalto, presenta buena adaptación en distintos tipos de suelos del Uruguay, sin embrago no tolera periodos largos de anegamiento.

Siembra - Para aumentar las posibilidades de implantación de la pastura el manejo previo del tapiz debe lograr la eliminación o disminución del efecto competitivo, al igual que para otras leguminosas para mejoramientos de campo.
La época de siembra es en setiembre, con una densidad para mejoramientos de campo de 2 a 3 kilos por hectárea, ya sea en superficie o a una profundidad menor a 1 centímetro. La fertilización adecuada es de 40 a 50 kilos de P2O5 por hectárea.

Producción - La producción anual de forraje es de 4 a 5 toneladas de Materia Seca por hectárea. Su máxima producción se concentra en primavera y verano, manteniéndose productiva durante el otoño.

Comportamiento frente al ambiente - Es la especie subtropical que presenta la mayor tolerancia a heladas. El follaje verde se quema con las heladas, pero los estolones permanecen verdes y las coronas vivas. Las características de la raíz le otorgan gran tolerancia al déficit hídrico.

Cosecha - La cosecha de semilla se puede realiza con máquinas convencionales para semilla fina, alcanzando rendimientos de 30 a 50 kilos por hectárea de semilla limpia. Presenta además buena resiembra natural.

Manejo y Uso

El cultivar presenta alta palatabilidad, pudiendo ser pastoreado por vacunos y ovinos. Posee una alta digestibilidad, del orden del 67% y un alto porcentaje de proteína que alcanza el 17%.

La pastura persiste mejor bajo pastoreos frecuentes que mantengan el tapiz con unos 15 cm de altura.

Se ha determinado la presencia de taninos, lo que puede ser una de las razones por las que no existe ningún reporte de meteorismo. Además no es tóxico.

Para la puesta a disposición de INIA Glencoe a los productores, el INIA ha definido una nueva modalidad, en coexistencia con su tradicional política de liberación de materiales.

En este caso, INIA se encargará directamente de la validación del cultivar a nivel de productor, así como de todo el proceso de multiplicación, hasta la venta de semillas, para lo cual ya dispone de las primeras áreas de semillero.

El Cultivar INIA Glencoe Lotononis bainesii Baker es una variedad protegida y multiplicada en exclusividad por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, INIA (Ruta 5 Km. 386, Tacuarembó, Uruguay).

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