martes, 26 de mayo de 2009

PLAN ESTRATÉGICO OVINO



¿Todo seguirá igual?

Lamentablemente, pese a todas las reuniones organizadas en 2008 por el SUL y parte de la industria lanera y frigorífica del Uruguay, con el propósito de elaborar un Plan Estratégico para el rubro, la sensación es que muy poco se logro avanzar. Se perdió una excelente oportunidad para coordinar acciones en común, sobre las cuales – obviamente – existieran visiones concordantes. Me resulta difícil comprender cómo no se logró juntar en 2007 – gratuitamente – en el marco de las Mesas Tecnológicas desarrolladas por la actual administración, a todas las instituciones alrededor de una mesa para discutir qué hacer con un rubro que "se caía a pedazos" y, poco tiempo después, parte de esas mismas instituciones – que nunca asistieron a las escasas reuniones de la Mesa Tecnológica Ovina realizadas en Salto – deciden contratar una consultora privada y desembocar en el actual Plan Estratégico Ovino (PEO) para los próximos10 años, con la "participación" de todos (¿todos?) los que estuvieron antes, los que "faltaron" y otros que se valoró que su presencia u opinión merecían ser considerados. Este tan "mentado" y promocionado Plan resulta bastante poco ambicioso y casi diría que es "más de lo mismo". 
Salvo el planteo explícito de reducir el volumen de lanas mayores a 28 micras a 40% del total de la producción anual, no aporta “casi” nada nuevo. Situación más que preocupante, sobre todo por el período que pretende abarcar. Y aunque “Veinte años no es nada” (según el título de la película española de Joaquín Jordá ), para muchos de nosotros que nos interesa el rubro ovino, en los próximos 10 años puede jugarse a vida o la muerte su futuro

¿EL RUBRO ES SOLO LANA? (o de finura, coloración y ¿de la carne que?)

El PEO plantea (en los próximos 10 años) reducir las lanas por encima de 28 micras a 40% de total de la producción.
Tomará 10 años reducir en unas 3 micras un rebaño Corriedale, a través de mejoramiento genético (selección de carneros afinadores); para esto se debe contar con EPD’s de los mismos, cosa que hasta el momento no abunda, aunque ya hay ejemplos de ello. Pero, en relación a la cantidad de ovejas que se encarneran anualmente, y la cantidad de carneros necesarios para hacerlo, el porcentaje de carneros con EPD’s es mínimo.
Las lanas de 28 o más micras, representan hoy el 60% de la zafra lanera. 
Nada indica que a largo plazo las lanas de diámetros superiores a las 28 micras serán demandadas. Si la pregunta cambia, y en realidad la preocupación es si dichas lanas podrán venderse, yo opino que SI. Pero, a mucho menor precio.
En el rubro VESTIMENTA, el 85% del valor depende del diámetro de la fibra. Únicamente en las lanas superfinas (menores a 19 micras), donde el punto mas importante pasa a ser la resistencia. Hoy mismo, a la industria le cuesta mucho colocar TOPS (Lana lavada y peinada), cuando el diámetro es superior a las 28 micras; y cuando logra colocarlos, lo hace a un precio sensiblemente inferior que los tops de lana de menor micronaje.
En este momento, Uruguay ofrece al mundo lanas de muy buena calidad, pero que presentan defectos como ser la coloración amarillenta de la mayoría todas ellas (sobre todo en Corriedale y Merilin), las fibras coloreadas debidas al ambiente (manchadas con pasto, orina, heces) o genéticas, fibras meduladas, etc.
El SUL ha realizado mejoras sustanciales en lo referente a las fibras coloreadas, ya sea mediante la mejora genética de las majadas, como también en el acondicionamiento de los lotes.
Con referencia al “amarillamiento” de la lana, los trabajos realizados no muestran resultados tan contundentes. Existen algunos estudios en los que se muestra que la esquila preparto en Merino afecta el amarillamiento (aumentándolo), mientras que no tiene incidencia sobra las lanas Corriedale.
En relación al diámetro de las fibras, cualquier país que pretende agregar valor a sus lanas, debería tenerlo como un ítem importante a mejorar. A diferencia del color, la única forma de mejorar los diámetros, es mediante la mejora genética; y más aún cuando esta característica se ha visto disparada como en el caso de los Corriedale en Uruguay.
Con un muy eficiente plan de selección, podría lograrse bajar unas 3 micras en 10 años, en un rebaño Corriedale. Esto mismo podría hacerse mediante cruza con Merino Australiano o Ideal en mucho menos tiempo (menos de 5 años). Si lo que se busca no es solo mejorar la lana, sino también mantener las características carniceras, podría pensarse en cruzas con Dohne Merino.
Un estudio publicado en La Propaganda Rural (publicado en su edición de julio/08), asumiendo que el gasto se mide en función del impacto, expresado en U$S/micra disminuida, para un rebaño de 1.000 ovejas con 80% de señalada, el costo de disminuir una micra resultaba en U$S 800 menos si se optaba por cruzar con Dohne Merino. Esto sin considerar que en el primer año (y asumiendo una reposición de 20%), la quinta parte de los vellones van a presentar un micronaje promedio cercano a 24-25 (si partimos de un Corriedale de 29 y un Dohne Merino de 21-22), mientras que en la opción de la selección por Corriedale "afinador", el precio de toda la lana será prácticamente el mismo, conforme la lana casi no habrá experimentado cambios que impliquen modificaciones en el precio recibido por el lote seleccionado. Estas diferencias, obviamente, aumentan en tanto se incorporan anualmente nuevas generaciones de animales media sangre. Es importante destacar que este análisis no consideraba la posibilidad (real) de absorber directamente la majada Corriedale, sin necesidad de mantener la media sangre. Tampoco se consideraba que el cruzamiento con Dohne Merino mejoraría el color de las lanas Corriedale y – según resultados de INIA Tacuarembó – permitiría la obtención de un cordero pesado tradicional de mejores características carniceras.
El Corriedale tiene a su favor una nada despreciable adaptación al país por más de 100 años de producción en nuestros campos, pero resulta cuestionable que ello "emparde" las ventajas de la opción de cruzar.
No creo que la única solución pase por Dohne Merino, pero si es una de las existentes. Permitiría mantener el doble propósito de Corriedale mientras se afina la lana, que es lo que la industria esta precisando hoy en día. Tampoco quiero decir que hay que acabar con la raza Corriedale, pero en la actual coyuntura, aquellos productores que decidan continuar con ella, a corto plazo deberá pensarse como una raza carnicera principalmente (apostando al mejoramiento en la señalada), si se quiere doble propósito, deberá aun buscarse finuras no mayores a las 27 micras.; a largo plazo, si algunos productores quieren mantener la pureza de las majadas y apuntar al afinamiento de las lanas, esta bien también. Pero que recuerden que dicho afinamiento, dentro de la raza Corriedale, será un proceso largo y lento
El PEO menciona (para la carne ovina) la palabra calidad, pero, a diferencia de la lana, pero sin definirlo claramente (se refiere a cobertura de grasa, tipo de canal, terneza, etc) y señala a pedido de la industria frigorífica, que se deben mejorarlas condiciones de limpieza de los animales que llegan a las plantas (la lana es una importante fuente de contaminación y no se puede solucionar, al menos en forma económica, con el lavado de los animales).
En el transporte de Ovinos, necesita realizar cambios para mejorar y evitar uno de los problemas más importantes que ocurre en el transporte, que es "los de arriba cagan a los de abajo", pero para esto, los transportistas deberían invertir mucho dinero, cosa difícil de lograr (y económicamente poco viable) en una industria que trabaja con el ovino sólo tres-cuatro meses en el año.
Se debe reconocer públicamente el interés demostrado por Nirea S.A.(Frigorífico San Jacinto) en cuáles podrían ser los servicios que las empresas de transporte garanticen; en definitiva (al igual que con la lana), serían éstas las responsables del estado de la tropa al momento de entregarla al frigorífico, y no el productor. La responsabilidad incluiría no sólo el grado de contaminación sino también los machucones, largo de la lana, el grado de terminación de los animales, etc. Para esto habría que diferenciar esas empresas (el productor las buscaría porque su ovejas reciben mejores precios), la capacitación (que correría por cuenta del INAC), el control de las mismas (MGAP e INAC) y asegura trabajo durante todo el año y no solamente durante 3 o 4 meses como sucede hasta ahora
Hoy casi no existen medidas objetivas para elegir un carnero carnicero (pero sí las hay para elegir un carnero lanero). Existe (parece) más interés en participar del concurso de corderos o pagar ultrasonografías para registrar datos individuales (que luego se manejan como indicador de calidad), pero que poco o nada aportan a la evaluación genética. 
¿A DONDE APUNTAR LAS BATERIAS?.
Somos un país muy pequeño, nuestra capacidad de consumo (como país en su conjunto) es superada por cualquier gran ciudad (Tokyo-Yokohama, Japón 33,200,000 h; Nueva York, Estados Unidos 17,800,000 h; Sao Paulo, Brasil 17,700,000 h; Seúl, Corea del Sur 17,500,000 h, etc etc etc)
Con estos números, parece muy claro que el desarrollo del sector no pasara por ampliar el mercado interno, sino por ampliar el abanico de mercados a los que exportamos. El PEO reivindica la búsqueda de nuevos mercados pero no le asigna esta responsabilidad a nadie (será el MGAP, el INAC, el SUL, la industria)
Al no definirlo claramente, todos podemos pecar de omisos, es sin duda alguna la INDUSTRIA FRIGORIFICA la que debe salir a la búsqueda de nuevos mercados.

Y POR CASA COMO ANDAMOS.
Mucho se ha hablado de la cultura ovina del País. Como decía anteriormente, el Corriedale tienen mas de 100 años en el país. Pero el ovino es hoy para la pecuaria un producto de segunda categoría (no en balde se dice que el ovino es la vaca de los pobres).
Hace años tal vez existió una cultura ovina, que se perdió en los tiempos.
El sector ganadero en general, y el ovino en particular, nunca ha reconocido que sus indicadores productivos son lamentables (salvo honrosas excepciones).
Bajos índices de preñez, bajos índices de señalada, un manejo casi puramente extensivo, con muy poca inversión en tecnología poca inversión en mejoras.
Conocimientos existentes hace mas de 20 años, se comienzan a utilizar ahora y en algunos casos ni siquiera se aplican (acondicionamiento de lanas, esquila pre parto, uso de perros ovejeros, etc). Algunos otros (mas nuevos) esbozan alguna utilización como OFDA y EPD’s.
La gran mayoría de los ítems nombrados, están “pensados” par ala mejora de la LANA (en en promedio es menos de 35% de los ingresos del rubro.
El sector también suele quejarse sobre que no hay mano de obra para trabajar en el campo; pero muchas veces desconoce (o se hace el ciego), con relación a que quienes trabajan allí están mal pagos y se los mantiene en malas condiciones (en muchos casos precarias condiciones).
Es cierto que hay excepciones (por suerte), pero son eso… excepciones. La gente prefiere rumbear para otros lares (actividades más dinámicas y mejor remuneradas).
Piense Ud. En el capital que ese peón cuida todos los días, trabajando sin sábados, muchas veces sin domingos, y ni que hablar de trabajar más de 8 horas sin cobrar horas extras(aunque la ley lo ampare).
Algunos amigos de la ARU, me dirán que no es así, que exagero al decir esto, pero busquen ellos entonces el motivo por el que no se encuentra mano de obra dispuesta a trabajar en ganadería. Y no vale la respuesta fácil de que la gente no quiere trabajar.
En el PEO, no figuran las opiniones de estos peones, que son quienes trabajan día a día con las ovejas, como tampoco aparecen las opiniones de los pequeños productores, para los que el ovino es un porcentaje importante de sus ingresos. Pero, como muchas veces, si se solicitó la opinión de los grandes dueños de la tierra (aunque para ellos el ovino sea un rubro de segunda o de tercera).

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